El planeta Tierra funciona
como un sistema vivo: recibe un continuo flujo de radiación solar que es
aprovechado como energía interna por la biosfera y como energía externa por las
capas sólida, líquida y gaseosa (litosfera, hidrosfera y atmósfera).
La
circulación de materia que se produce como consecuencia del aporte de energía
solar tiene lugar en circuitos cerrados. Estos circuitos de la materia son los
denominados ciclos biogeoquímicos.
Estos son
procesos naturales que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde
el medio ambiente hacia los organismos, y luego a la inversa. Agua, carbono,
oxígeno, nitrógeno, fósforo y otros elementos recorren estos ciclos, conectando
los *componentes vivos y no vivos de la Tierra.
* (Los seres vivos o animados u orgánicos: Son los que tienen vida y que se caracterizan esencialmente por la capacidad de reproducirse. Todo lo relacionado con los seres vivos se denomina biótico, o sea, con vida. A la categoría de los seres vivos pertenecen esencialmente cuatro grupos: las plantas, los animales, los microorganismos, y los seres humanos y Los seres no vivos, inanimados o inertes: No tienen vida y pertenecen al mundo inorgánico, que quiere decir sin vida o no orgánico. También se los llama abióticos (del griego a = sin y bios = vida). A esta categoría pertenecen seres o elementos fuera de la Tierra, nuestro planeta, y de nuestro entorno terrestre). Hablemos de estos ciclos, comenzamos con el de Agua y el de Oxígeno.
El ciclo del agua
Es el más importante desde el punto de vista de la
masa total de la sustancia que circula. En nuestro planeta existen reservas de
agua en los tres estados: sólido, líquido y gaseoso.
Este ciclo comienza con la evaporación
en los mares de casi medio millón de km3, que originan
continuamente nubes, y de los cuales casi el 90 % vuelve directamente al mar
en forma de lluvia. De los
continentes se produce también una emisión continua de agua a la atmósfera, por
evaporación y por transpiración de la cubierta vegetal. Este proceso se
denomina, en conjunto, evapotranspiración.
El agua que va a la atmósfera por
evapotranspiración, más el 10 % del total de agua evaporada de los mares,
representa el total de lluvia que cae en tierra firme, de la cual algo menos de
la mitad, desde los arroyos de montaña, pasa por los afluentes y termina en los
ríos, que la devuelven al mar, donde se inicia un nuevo ciclo.
Esta circulación del agua es posible gracias a la radiación solar como energía externa y a la energía potencial que
por la acción de la gravedad transporta el agua, de mayor a menor altitud,
hasta el nivel del mar.
una vez que ese elemento es utilizado
y liberado por los seres vivos en diferentes formas de combinación química. El
principal reservorio de oxigeno para los seres vivos es la atmósfera, donde ese
elemento se encuentra en la forma de gas oxigeno (O2) y de gas carbono (CO2).
El CO2 es utilizado en la
respiración aeróbica de las plantas y animales. En este proceso, átomos de
oxigeno se combinan con átomos de hidrógeno, formando moléculas de agua. El
agua formada en la respiración, llamada como agua metabólica es, en parte
eliminada para el ambiente a través de la transpiración, de excreción y de
heces y en parte utilizada en procesos metabólicos.
De esa forma, sus átomos de
oxígeno acaban incorporados a la materia orgánica y pueden volver a la
atmósfera por la respiración y por la descomposición del organismo, que
producen agua y gas carbono.
El CO2 atmosférico es utilizado
en el proceso de fotosíntesis. Los carbonos y los oxigenados presentes en el
gas carbono pasan a formar parte de la materia orgánica del vegetal y tanto la
respiración como la descomposición de esa materia orgánica restituirán el
oxígeno a la atmósfera en forma de agua y gas carbono. El agua utilizada por
las plantas en la fotosíntesis es rota y sus átomos de oxigeno son liberados
para la atmósfera en la forma de O2.